Instituto Biocéntrico

En llamas, en otoños incendiados,
arde a veces mi corazón,
puro y solo. El viento lo despierta,
toca su centro y lo suspende
en luz que sonríe para nadie:
¡cuánta belleza suelta!

Busco unas manos,
una presencia, un cuerpo,
lo que rompe los muros
y hace nacer las formas embriagadas,
un roce, un son, un giro, un ala apenas  (...)


Octavio Paz


BIODANZA Y LAS CUATRO ESTACIONES

Cada ciclo de la naturaleza nos muestra como desarrollar nuestros procesos vitales hacia la plenitud:

El inicio del equinoccio de otoño marca la llegada de una época de serenidad, que parece ir envolviéndolo todo en un apacible equilibrio, la noche y el día tendrán la misma duración, la luz solar comenzará a declinar y la noche se hará más larga. El verano irá  perdiendo fuerza y las hojas de los árboles comenzarán a dorarse. Poco a poco el mundo va cambiando, es una sensación que se percibe en el aire, en los árboles con sus aromas y texturas, en los seres que nos rodean. 

En la estación del Otoño, el calor disminuye y la luz se va alejando, es un tiempo de balance, la naturaleza nos ofrece un auténtico espectáculo de color que invita a la relajación, al descanso, se prepara para el sueño del invierno, para la gran transformación que vendrá. Las energías se preservan, se administran, los vientos del otoño limpian y barren el suelo, transportan las semillas y enfrían el aire. Es el momento de la reserva y de la conserva, los frutos recolectados del verano, serán alimento para el invierno, se guardan sus semillas y descansamos equilibrando fuerzas.
Así como la Tierra toma todo lo que le damos y lo transforma en nutrientes
y alimento para su ser, también en nosotros, lo conquistado se transforma en fuerza potencial para el desarrollo personal. En el equinoccio de Otoño vemos que todo termina para poder renacer.

Alicia Alfonso (facilitadora de Bidanza)

¡¡¡TE ESPERAMOS PARA DANZAR JUNTOS EL OTOÑO!!!



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